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Si “pan y queso saben a beso” ¿Cómo debe de ser entonces el jamón con queso? ¿Más que “eso”?
Juegos de palabra a parte y más allá de fobias o intolerancias, la combinación jamón ibérico y queso es una apuesta ganadora; sin duda.
Por eso desde García Mimbrero siempre nos esforzamos por contar con un catálogo extenso y de calidad en nuestra oferta de productos, tanto en nuestra web como en nuestra tienda física.
Hasta el punto de contar como integrante de nuestro elenco de productos propios con un queso de cabra con trocitos de jamón; una delicia y un “atrevimiento” al que muy pocos pueden resistirse ¿Querrías probarlo?
Mejores quesos para combinar con jamón ibérico
Sin duda “para gustos los colores” pero también “sin duda” algunas parejas de baile son mejores que otras.
Hoy en día disponemos de una paleta de quesos de mayor diversidad que antaño, donde principalmente, el queso que reinaba era el de oveja. Ese ya no es el caso.
Desde un queso más añejo a otro de curación “en manteca” lo que sin duda queda claro es que al jamón le “encaja” mejor un compañero de su mismo o parecido nivel; alguien con solera, pero sin pasarse.
Limitándonos a los quesos más conocidos, actualmente los añojos picantes de oveja y los curados de cabra se llevan la palma entre los más solicitados para maridar con todos los tipos de jamones ibéricos.
Queso de oveja y jamón ibérico: una pareja tradicional
Es verdad que tendemos a pensar de manera tradicional en lo que a ibéricos se refiero, y en esa línea el queso de oveja es el de toda la vida.
Un producto muy nuestro y bien manejado, que siempre ha triunfado allá donde se ha medido, pero bien es verdad que no es para todo el mundo y momento. ¿O sí?
Origen y características del Queso oveja
Los quesos de oveja son la herencia de los pastores que, a través de los siglos, han poblado nuestra tierra.
De eminente sabor nuestro son estos quesos que siempre nos han acompañado a lo largo de los distintos lugares que forman nuestro país. Fruto del saber y la lucha del hombre con conservar y mejorar los productos que extraía de la ganadería y un embajador inmejorable de nuestra gastronomía.
De rabiosa actualidad, son los quesos cremosos del tipo “torta” como es la Torta de barros; una extraordinaria experiencia gastronómica y un tesoro que nos complacemos en ofrecerte a través de nuestra tienda y web.
Un queso que, sin duda, no deja indiferente a nadie. Estos quesos cuentan actualmente con DOP, una distinción merecida y sin duda a la altura de un producto excelente.
Cómo realza el sabor del jamón ibérico
El potente carácter de los quesos manchegos, con picor y acidez característicos, mantienen la nota se sabor acorde con lo que un buen jamón ibérico requiere. Debemos saber elegir un queso no demasiado curado ni demasiado potenciado por aceites, ya que el dulzor del tocino del jamón tiene un límite en cuanto a capacidad de control de otros sabores se refiere.
También deberemos no exagerar en cuanto a la ración de queso que combinamos con nuestro jamón, ya que la arenosidad del queso manchego pueden por convertir al jamón en un “chicle” al permanecer en boca más de lo necesario.
Queso de Cabra y jamón ibérico: un contraste irresistible
El queso de cabra va ganando, poco a poco, un lugar de honor entre las preferencias de los amantes del queso.
Sin duda su tersura, textura, cremosidad y acidez; suavizan los matices de los sabores que los acompañan.
Normalmente menos” contundente” que el queso de oveja, el queso de cabra admite, debido a su mayor “planicidad” toques aromáticos y exóticos con los que redondearlos: Pimentón, hiervas, manteca…En García Mimbrero nos gusta poder contar con la pieza que encaje en todos lo paladares, por eso encontrarás en nuestra paleta de quesos de cabra todo lo habido y por haber. Incluso una nueva Torta de Barros, esta vez realizada con leche de cabra.
El queso de cabra se abre paso como serio contrincante en la disputa por reinar en nuestros paladares, y en García Mimbrero intentamos estar a la altura.
Perfil de sabor del Queso de Cabra y su maridaje con el jamón ibérico
Como hemos mencionado antes, las sutiles características del queso de cabra en comparación con otros tipos de queso, posibilitan que este suculento alimento se erija con si de un lienzo en blanco se tratase, para contrastar con las claras características que definen al jamón ibérico.
Recomendaciones para armar una tabla de quesos y jamón ibérico
En una buena tabla de quesos no puede faltar color.
Este color, no solo lo es literal sino figurado en cuanto a los distintos tonos de sabor que debe mostrar la experiencia que debe de ser este tipo de aventuras del sabor.
Una tabla siempre nos invita a viajar por las distintas posibilidades que la imaginación del artista que articula la tabla es capaz de vislumbrar. Solera, juventud, suavidad, contundencia, frescor, aroma…debemos de tratar de que las posibles combinaciones con las que enfrentar a nuestro jamón sean de lo más variopinto.
Y, como no, un contraste vegetal, como son unas uvas unas, nueces, almendras, dátiles, culminarán nuestro bodegón de Zurbaranas maneras.
Consejos para equilibrar los sabores y disfrutar al máximo
Generalmente, no existe mejor pegamento para unir sabores y contrastes en un todo que el pan.
Ya sea pan blanco al más puro estilo clásico, como si son picos de pan o regañás; el toque que estos productos dan a nuestro jamón y queso es indiscutible.
Hasta el punto, que muchas veces sin picos, parece que no nos vale la pena comer nada.
Incluso, en alguna experiencia en el extranjero, he podido ver regar terrones de queso “parmigiano reggiano” con sirope de vinagre; cómo hacen en Módena. Sin duda, la particular acidez de ese vinagre unida a lo asentado de su sabor (fruto de la solera de años en barricas) nos ofrecen un claro ejemplo de la cantidad de combinaciones que no ofrece la vida respecto al jamón y al queso.
Por eso me pregunto ¿Has encontrado tú la combinación perfecta?
Quizás en García Mimbrero podamos acompañarte a lo largo del camino que es vivir esa experiencia; la de viajar a través del sabor que tiene memoria.