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Somos lo que comemos, eso es seguro. Y nos preocupamos, cada vez más, de comer lo mejor y más sano que esté a nuestro alcance. Pero ¿qué come lo que nosotros comemos?
Cada vez cobra más importancia conocer en profundidad de donde viene lo que nos alimenta, los productos que se usan para tratar la tierra, las plantas que crecen en ella, los animales que criamos y lo que los mismos comen. Más allá de las regularizaciones sanitarias, buscamos ir más allá, queremos excelencia.
Si de algo estamos seguros es que, más allá de las formidables bellotas, la dieta de los cerdos ibéricos debe ser algo especial, cuidado…excelente.
Todo el mundo sabe que los cerdos más seleccionados son alimentados al final de su vida con bellotas (entre otros recursos que brinda la dehesa) pero ¿Qué hay más allá de la bellota o además de la bellota? Si la mayor parte de su vida comen piensos ¿Qué es lo más importante? Lo veremos a continuación
Fundamentos de la Alimentación de los Cerdos Ibéricos
La base de la alimentación de los cerdos ibéricos son distintos tipos de piensos, cuidados para aportar lo mejor a los animales. Estos están especialmente diseñados para cada etapa de su vida y fase de alimentación, siendo estos enriquecidos de manera especial según las necesidades nutricionales del animal. La base general de los piensos que se utilizan en el ibérico es: Cebada, trigo, soja, maíz y salvado. De manera más particular y dependiendo de cada fase se añaden sales minerales, legumbres, verduras e incluso probióticos para mejorar la salud digestiva y general de los animales.
Las etapas en las que diferenciamos la alimentación de son:
- Cría
- Recría
- Cebo
Por otro lado, las fases de la vida del cerdo en función de su peso, edad y etapa de alimentación son:
- Lechón Hasta 12 – 15 kg Cría
- Marrano Hasta 50kg Recría
- Primal Desde 58 a 105 kg Recría
- Gordos A partir de 105 kg Cebo
Regulaciones y Estándares en la Alimentación del Cerdo Ibérico
La regulación de los parámetros de la gestión del cerdo ibérico está regida por la Asociación Interprofesional del Cerdo Ibérico (ASICI), en la que están representadas paritariamente ganaderos e industriales del cerdo Ibérico. Fue creada en 1.992 para asumir la representación y defensa de los intereses comunes del sector del cerdo Ibérico. Es la responsable de la creación, ejecución preservación de la norma del ibérico; la cual rige el sector del ibérico.
La norma del ibérico, discrimina los productos del ibérico en función de su raza y alimentación.
De esta manera, dentro de los tipos de cerdos ibéricos en función de su alimentación, se clasifican en:
- Cebo Brida Blanca Sacrificio a partir de 10 meses
- Cebo de campo Brida Verde Sacrificio a partir de 12 meses
- Bellota Brida Roja (50 y 75% ibérico) Sacrificio a partir de 14 meses
Brida Negra (100% Ibérico)Sacrificio a partir de 14 meses
Lo que diferencia a cada tipo de animal o producto, además de la edad mínima de sacrificio, es la alimentación en la etapa de cebo, siendo estas:
- Cebo: alimentados en la etapa de cebo con piensos.
- Cebo de campo: alimentados en la etapa de cebo con piensos y recursos que encuentran en la libertad del campo
- Bellota: alimentados con bellotas y demás recursos que encuentran en la dehesa durante la etapa de montanera (hongos, hierva, insectos, raíces…). La montanera es el período durante el cual los animales de bellotas viven libres en el campo y son pastoreados.
Los animales de bellota, son los que se rigen por unos parámetros de mayor exigencia y exclusividad, y estos están ligados por la etapa de montanera. Como particularidad destacar que, aunque todos conocemos la unidad de medida internacional de masa (Kg), no todos conocen que en el mundo del ibérico, el peso se mide en arrobas (@) lo que equivale a 11,5 kg. Algunos de los parámetros que rigen y deben ser observados en la gestión de la alimentación de los cerdos de bellota son:
- Peso medio de entrada en montanera: 92 – 115kg (8 – 10@)
- Ganancia de peso mínima: 46kg (4@).
- Peso mínimo en canal: Bellota 50 y 75% 115kg (10@)
Bellota 100% 108 kg (9,4@)
Prácticas Sostenibles en la Cría y Alimentación
La cría y alimentación del cerdo ibérico, se rige por la norma del ibérico emitida por ASICI y por las recomendaciones de AECERIBER; una asociación de ganaderos, sin ánimo de lucro, integrada por más de 1.300 asociados y 5.500 explotaciones de la raza porcina ibérica. Constituida en Zafra (Badajoz) en 1985 con ámbito estatal, su finalidad primordial es la Defensa del Cerdo Ibérico.
La norma del ibérico, define unas condiciones mínimas en la cría y manejo del cerdo ibérico.
Más allá de la norma, la idiosincrasia del cerdo ibérico entraña un producto tradicional, gestionado con afán de excelencia y en equilibrio con el medio en el que se desarrolla.
Las características del animal, la dehesa como paraíso natural donde el hombre da forma a la naturaleza y una alimentación equilibrada y natural, hacen del cerdo ibérico un animal cuya carne es fruto de la sostenibilidad y del bienestar animal; sobre todo los provenientes de los cerdos de bellota.
Actualmente, ASICI está incorporando a su procedimiento la certificación de bienestar animal como plus del valor aportado por la certificación ibérica.
La Alimentación Como Piedra Angular de la Calidad
Más allá de la certificación de la brida negra para el 100%, roja para el 50 o 75% o verde para el cebo de campo, los jamones y paletas pueden estar certificadas por las distintas denominaciones de origen (DOP): Guijuelo, Dehesa de Extremadura, Huelva y Los Pedroches.
Entre los factores que determinan que una pieza sea DOP el principal y cacterístico entre las cuatro DOPs es la alimentación en montanera. Esto conlleva una alimentación exclusiva a base de bellotas y recursos de montanera. Durante este período de libertad, no solo importa que el animal se alimente de alimentos de altísima calidad, sino que su alimentación se lleva a cabo de manera tranquila y a libre albedrío; lo que confiere a su carne matices y características únicas a sus productos y derivados; además de ser saludables en su composición y características. La montanera es, sin duda, una situación de privilegio a la que muy pocos animales pueden optar y cuyos productos son difícilmente mejorables como materia prima por sus características organolépticas y nutricionales.
Un animal que vive sin el estrés de la reclusión en una pocilga, bajo la luz del sol, bañado por los elementos y en convivencia con sus iguales; se alimenta y transforma todo aquello que consume de una manera superior en carne más natural y saludable que la que generan los animales estabulados y limitados en su cotidianidad.
En el acervo cultural, es innegable que el término “bellota” y “pata negra” apelan a productos de la máxima calidad y mejores características posibles; siendo sinónimo de la palabra excelencia. Por lo que en el ibérico alimentación, raza y calidad van de la mano.